sábado, 20 de diciembre de 2008

Shakira pactó una sesión de fotos a cambio de unas vacaciones tranquilas


Las fotos de Shakira y Antonito en su mansión esteña

La privacidad es tan importante para la cantante colombiana que ella y su pareja, Antonio De la Rúa, han decidido pactar un posado en los jardines de su casa, a cambio de privacidad


Desde el domingo 14, Shakira está instalada en La Colorada, su chacra marítima ubicada a dos kilómetros de José Ignacio. Ese es el refugio donde la estrella encuentra la paz y la tranquilidad necesaria luego de su intensa actividad. Esta vez, la popular cantante decidió hacer un pacto con la prensa: ofreció una sesión de fotografías de siete minutos, sin preguntas, a cambio de que los paparazzis la dejaran tranquila por el resto de su estadía en Uruguay. Y así fue. Luego que llegó a la chacra su novio, Antonito de la Rúa, los fotógrafos fueron autorizados a ingresar y a fotografiar a la pareja que ofreció un pequeño show jugando con los perros, agarrándose de las manos y sonriendo.

Pidiendo paz y tranquilidad para el resto de su estadía en Uruguay, Shakira planteó un pacto a través de su agencia de prensa en Buenos Aires y se dejó fotografiar durante siete minutos en los jardines de "La Colorada", su chacra marítima a dos kilómetros de José Ignacio.


Esta sesión, breve pero nada improvisada, desveló durante dos días a sus representantes, así como a un puñado de fotógrafos, cronistas y editores de diarios y revistas de Montevideo y Buenos Aires.


Una breve puesta en escena de menos de 10 minutos: un jardín con vista a un lago, dos perritos y una pareja. Ella, la cantante en español mejor paga del mundo. El, el hijo de un ex presidente que tuvo que irse en helicóptero. Ella le sonríe, lo mira, lo toma de la mano, lo abraza con fuerza. El no responde tan afectuosamente. Ella juega con los perritos. El mira para acá y para allá, ansioso por dar por finalizados esos escasos minutos de exposición.


Luciendo musculosa negra semitransparente sobre un corpiño del mismo color, jean negro, botas y sombrero de cuero marrones, la compositora de Barranquilla se presentó sonriente y de muy buen humor, a diferencia de De La Rúa, que mostró poco entusiasmo, detalla la crónica. El 'mini show' incluyó la participación de 'Mona' y 'Don Ramón', dos pequeños perros con los que la pareja jugueteó durante la sesión, luego de la cual se retiró sin hacer declaraciones.


Shakira tiene previsto pasar la Navidad en su chacra La Colorada de José Ignacio, comprada en 2005 y estrenada recién el año pasado. Después habrá un viaje por Medio Oriente para trabajar en un próximo disco y viaje relámpago a Washington: la cantante es una ciudadana del mundo y el 20 asistirá a la asunción presidencial de Barack Obama, a quien apoyó públicamente durante la campaña.


Aprovecha el descanso para pasar unos días con su novio Antonio de la Rúa y probablemente sus suegros la acompañen en Navidad. Nuera ideal, ya en el año había pedido la compañía de Inés Pertiné y Fernando de la Rúa mientras su novio concretaba negocios en Nueva York. En noviembre de 2007, la expectativa en torno a la presencia de Antonito fue enorme, pero el chico sushi se hizo desear y dejó a la colombiana en compañía de sus padres, su hermana Agustina y sus nietos Sol y Simón.


Plan familiar.


La comitiva 2008 llegó el pasado domingo al aeropuerto internacional de Laguna del Sauce y se trasladó en una Suzuki Vitara hasta la residencia, unas cinco hectáreas ubicadas a dos kilómetros del centro de José Ignacio. Al caer la tarde del jueves, Shakira permitió el ingreso de las cámaras y posó con Antonito a unos 50 metros. En su última visita, en noviembre del año pasado, había recibido a algunos periodistas sólo para desmentir –por enésima vez– los rumores de boda. “Mucha gente vino hoy. Por favor sólo pueden ingresar los fotógrafos”, pedía esta vez Tonino Mebarak, el imponente hermano de la cantante. Dos empleados de seguridad custodiaban el portón vestidos de gauchos.









































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